viernes, 2 de diciembre de 2011

DESDE EL CACICAZGO MAGUANA


San Juan de la Maguana, cuna de nuestra raza india, valle de verdes llanuras, ríos, hombres laboriosos y mujeres cautivadoras…  ahí nací yo, Patricia Rosado Romero, un 25 de Febrero del año 92, un día que todos esperaban, pues fui la primogénita de mi padre, el profesor Roberto Rosado Fernández, que junto a mi madre Lolita Romero me enseñaron a muy temprana edad los valores de la vida y la educación.

Como todo niño, siempre hablamos de lo que queremos ser cuando seamos grandes, pero a diferencia de los demás siempre quise ser Locutora, me gustaba la literatura, la gramática y todo lo que conllevaba a la  comunicación, y lo demostré al aprender a leer a la edad de 3 años, lo que permitió un gran paso a nivel educativo, puesto a que terminé muy joven el bachillerato. 

Durante mis estudios tanto primarios como secundarios me destaqué como buena estudiante y siempre fui participe de las actividades que se hacían en la institución (protestas, ferias, charlas, deportes, música…), pero cabe destacar que mi disciplina no era la perfecta, llegaron hasta a calificarme de “Revolucionaria”, muchas veces le ameritaba ese titulo a mi crianza, pero de esa manera veía por cuál camino debía seguir. Fue ahí donde decidí que estudiaría Comunicación Social, mención Periodismo.   

Nadie se imaginaba que me iba a inclinar por esta área profesional, ya que estudié música desde los 9 años y era un genio de las Ciencias Naturales; pero amaba la poesía, la lírica y el arte de hablar. Aunque mi padre quería que fuera Arquitecta y mi madre Doctora, yo, yo quería COMUNICAR. 

 
Desde sus inicios, el hombre se ha cuestionado a sí mismo cuales son sus propósitos y/o metas a alcanzar. Una vez respondida la pregunta empieza la carrera en búsqueda de estos, pero en el camino se encuentra con una serie de obstáculos que lo obligan al sentimiento de dudas que lo impulsa al rendimiento y  lo hace preguntarse: ¿Es realmente éste mi propósito? ¿Es esto lo que quiero? ¿Cuál beneficio traerá consigo esta lucha, esta meta?

Y ahí es que entra mi persona… Al inicio de la carrera, mucho entusiasmo, como es normal, llenaba mi ser, sed de avance, hambre de conocimiento; pero como en toda búsqueda de propósitos hay que enfrentar obstáculos, yo no soy una excepción.

Por todo el recorrido de mis metas se ha formado un desierto de dudas y decepciones en busca de un oasis escondido. Cada paso se convierte en un día nublado esperando que salga el sol. Pero, por qué no seguir si el mundo se trata de avanzar. Desde caminar descalzos a usar botas, de lanzas y flechas a tanques de guerra y bombas. Por qué no encontrar el oasis en el desierto… nada es imposible, hasta los cuerpos flotan.

Jesús, hijo de Dios también superó trabas. La vida no es tan fácil como tomar una fotografía. En cada paso que damos debemos sembrar una semilla de superación para que germine el éxito.
En torno a mis perspectivas, quiero ser diferente. No el típico periodista conocido por todo mundo por sus habilidades de investigación; no el típico comunicador que busca cámaras, que desea estar en la cima solo por estarlo; no el típico periodista que se puede vender al mejor postor. No la típica comunicadora que usa tacones y maquillaje. Yo no quiero ser ni mejor ni peor, yo quiero ser DIFERENTE.

Somos primordialmente seres “sociales”, en el sentido de que pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas. La comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya cualquier tipo de relación humana y es provechosa en prácticamente todas las esferas de la actividad humana. Es crucial para el bienestar personal, para las relaciones intimas, nos ayuda a superar situaciones delicadas, resolver conflictos, expresar sentimientos, defender nuestros intereses, evitar malas interpretaciones, etc.

Por estas razones "COMUNICAR" es mi propósito en la vida.

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